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RAJOY COMPROMETE SU PRIMERA ENTREVISTA COMO PRESIDENTE
CON LA PERIODISTA MAGDALENA DEL AMO:
“ Cuando sea Presidente de Gobierno tendrá usted la primera entrevista como Presidente del Gobierno. ”
(16 de junio de 2005. Véase minuto 16:20 y ss. de la entrevista).

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19 de diciembre de 2011

ANTITÓPICO SOCIALISTA (II). Centuria, honradez y Neoconsocialismo.

-Por Roberto Malestar

(Véase: «ANTITÓPICO SOCIALISTA (I). A propósito de la eternidad del PSOE de las JONS.»

TRILEROS DOCTORADOS EN LA EXPLOTACIÓN DE TÓPICOS SOCIALES.
El tópico de “la honradez socialista” se inscribe, a su vez, en el doble y manido tópico de los (sus) «“cien años”-“de honradez”», que, por un lado, presupone el tópico sillar de la centuria como fundamento pétreo de un fragmento de realidad —“El Partido”—, indesmoronable, por lo visto, a tenor de una permanencia histórica de cien o más años; en razón, pues, de una irracional razón-cuantitativa basada en la mera acumulación cronológica de años: una determinada cantidad de años enajenada de la necesaria y efectiva —no, pues, meramente nominal— cualidad ética de los mismos, es decir, en razón de una sinrazón, puesto que si por algo se caracteriza la razón, ese algo es su cualitativa (no cuantitativa) sustancia lógica. Una razón privada de lógica, por encima de i-lógica, constituye una razón forzosamente insustancial.

Y por otro lado, como si la congruencia moral funcionase por trienios, dicho doble tópico, lleva asociado, también, el de “la honradez socialista”: especie de jaculatoria sectaria, además de hiperbulimizada hasta la indigestión social, no tanto por sus intragables dosis de reiteración como por la incongruencia de ser una honradez sistemática y manifiestamente deshonrada por la propia trayectoria neoconsocialista que, con palmaria estafa, se pretende hacer pasar por socialdemocracia.

El socialismo neocón es el principio hético de la doctrina neoconsocialista, por tanto de nula ética, mediante el cual una secta de caraduras aspira a justificar públicamente la contradicción sociodialéctica expresada en la cláusula “se puede ser socialista a la vez que rico”. Pero un principio hético, con excrementicia “h” de hez, no es más que un principio retroalimentado en la moral de los esfínteres. Un principio tal, que sólo puede apelar desde el fondo de la inmoralidad personal a una pseudolegitimidad auspiciada a todo trance en el Derecho positivo, es el que en nuestro tiempo fundamenta la prostitución máxima del autodenominado progresismo socialista, la cual, materializada por trileros doctorados en la explotación de tópicos sociales, en cuanto que acción política, se articula siempre en un inevitable consorcio de recíprocos auxilios.

La postulación de una moral inelegante en lo social supone el anonadamiento ético, porque la ética, adscrita al universo de los deberes, debe postularse estéticamente (nulla etica sine aesthetica), de manera elegante, y no, como tradicionalmente se pensaba, al revés: pretendiendo hacer de ella una abstracción autofundada y fundante de las acciones personales. Lo ético ni se sostiene ni se puede entender al margen de la trayectoria personal de las costumbres elegidas, las cuales, según sea el septentrión o desnortamiento axiológico de las mismas, valdrán moralmente más o menos en función de los valores constitutivos de unas u otras costumbres. Recuérdese que el vocablo moralis (moral en latín) procede de mos, moris: costumbre, uso; lo mismo que, para el caso, elegantia (elegancia) de eligere: elegir o escoger. Tal es el imperativo moral de la elegancia que en la vida no queda otra que escoger: hay que elegir; o más propiamente, en la vida, cada vida debe “elegir entre”, sobre todo cuando lo elegible acude a nosotros en términos de síntesis contradictoria y, por lo tanto, moralmente insalvable. Esto es lo que acontece con “ser socialista” y “ser rico”.
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1 de diciembre de 2011

ANTITÓPICO SOCIALISTA (I). A propósito de la eternidad del PSOE de las JONS.

-Por Roberto Malestar

LA CENTURIA, CONDITIO SINE QUA NON PARA UNA VIDA ETERNA EN LA PRESENTE (LA “PARADOJA DE GÓMEZ Y ROJO”).
Al director de Periodista Digital, Alfonso Rojo, le oí decir que yerran quienes piensan que un partido centenario como el PSOE, fundado en 1879, puede desvanecerse hasta el extremo de desaparecer del mapa político español. No dudo que por tan grande hallazgo merezca compartir ex aequo un Nóbel de parejo rango, ignoro si de sociología o economía, con el genio que acaba de descubrir que «Rubalcaba no es Fraga»: José Luis Gómez, el de «las malas lenguas de España». Ello me obliga a proponer desde aquí campaña y consideración para ambos, pues, de concedérseles, ningún otro Premio Nóbel habrá sido tan justo.

En un caso, de macroeconomía partitocrática y, en el otro, de microeconomía biográfica, el mérito en sustancia del hallazgo consiste en lo siguiente: si hasta ahora, sumidas en profundo error, tanto las ciencias empresariales y económicas como la propia Sociología consideraban que las empresas nacen, crecen y mueren —como tantas veces he oído repetir al profesor Miguel Cancio—, desde ahora, al contrario de lo que se pensaba, toda empresa centenaria, nacida y crecida durante un mínimo de cien años, en lugar de encontrarse abocada a un mundanal trasiego con fecha de caducidad, pervivirá sobre cualquier trance; o lo que es lo mismo, su vida en este mundo será eterna.

Conocíamos, en una cultura cristiana como la nuestra, la posibilidad de “vivir eternamente” en-la-otra-vida —la vida perdurable, como la denominó Julián Marías—, mas he aquí que la nueva y revolucionaria inversión científica (la “Paradoja de Gómez y Rojo”) nos propone, cumplida la centenaria condición, una paradoxal eternidad en ésta. Tal es, en efecto, el giro copernicano propuesto por dicha paradoja, cuyo éxito asegurado parece indiscutible, lo mismo en la red que en los foros científicos ad hoc.

Nos encontramos, pues, ante un descubrimiento extraordinario, estupefaciente, a cuyo tenor, no sólo el PSOE de los cacareados cien años, sino también cualquier otra empresa humana —el centenario Faro de Vigo, por ejemplo—, de no quebrar antes de sus primeros cien años, puede garantizarse una existencia sub specie aeternitatis. Advierto, de paso, que este periódico —decano de los diarios de la prensa española— es empresa, con 158 años a cuestas, fundada veintiséis años antes que el Partido Socialista Obrero Español: en 1853.

¡Enhorabuena señor Director de Faro de Vigo! Desde ahora, usted y la plantilla, pueden ya descansar gratis, cuanto quieran y les plazca, en Cancún; o tumbarse a la bartola en su terraza de Chapela mientras se recuecen los teletipos en las paelleras parabólicas del diario. Y siendo cunqueirianos hereditarios como son, hasta permitirse desatinar sin necesidad de opios chinos, fabulando informaciones inverosímiles allende las agencias de noticias. Después de todo, según el plagio alterado que Cela hizo de las memorias de Baroja, sobre el epigrama de un amigo del padre de éste —el curioso autor de los Aforismos higiénicos (1872), don Ulpiano Segarra Balmaseda—,
En China, un mandarín
gastaba en el sobaco peluquín,
y en Vigo un tal Angulo
tocaba el clarinete con el culo.

Moraleja: Para hacer desatinos,
no hay como los gallegos y los chinos.
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23 de noviembre de 2011

GOBERNAR SIN CONTEMPLACIONES (Discurso sobre la Nada neoconsocialista).

-Por Roberto Malestar

PROPAGANDA Y NEOCONSOCIALISMO
Pepunto-señor Rubalcaba —esa Raquel Meller semibarbuda del neoconsocialismo que, con semoviente perfección de basculaciones manuales, representa como nadie la suprema flor de loto en el estanque nacional de las mentiras—, traicionando la verdad, con premeditación y alevosía ha querido hacer su campaña con un nuevo machaca-que-algo-queda; en unas elecciones generales que bien podrían haberse celebrado el Día de Difuntos, que pasarán a la Historia como las de la defunción del PSOE de las JONS. El nuevo machaca-que-algo-queda urdido para la ocasión por este ratoncito de cuentos para ingenuos, el ratoncito Pérez del PSOE, no ha sido otro que el siguiente y prosaico eslogan: el PP de Rajoy tiene un programa oculto.

El actual partido socialista (antiguo PSOE de Julián Besteiro, aunque también de Luis Arasquistáin, hoy chorreante del pringoso neoconsocialismo del “se puede ser rico y socialista”, incluso del “se debe serlo”: no socialista, por supuesto, sino codiciosa y perversamente rico) es experto en propaganda para incautos. Lo ha sido siempre, hasta ahora. Porque desde ahora, el problema de este partido bien partido —como paulatinamente se irá viendo; si no, tiempo al tiempo— es que la propaganda para incautos, la propaganda incongruente con la realidad, que ésta misma estupefacientemente contradice jornada tras jornada, constituye hoy un medio obsoleto para el asalto al Poder; un buque bélico perforado transversalmente por la información torrencial, miriádica y planetaria de nuestro tiempo. Poco importa que después, presta su marinería de asalto y combate, se apresure a tapar los agujeros, porque estos, letalmente yuxtapuestos y entrecruzados, son tantos que apenas subsanada una vía de agua le acucian otras cien. Se trata, en efecto, de un buque inhábil para el calafateado, es decir, para la mínima e imprescindible recuperación. Por eso, como los «barcos carboneros que jamás han de zarpar», es el neoconsocialista un buque propagandístico condenado en su herrumbre última al onirismo chatarrero del tango más cruel:

Torvo cementerio de las naves que al morir
sueñan sin embargo que hacia el mar han de partir...


Desde el cementerio civil del neconsocialismo donde yace postrado el PSOE, en vez de descansar en paz, sueñan todavía algunos, fingen soñar o, como Hans Vahiginger diría, hacen como si soñasen con la nueva singladura, entre la idea de repintar el barco —por fuera— y el remontamiento de puertos con escalas triunfales. Pero esto ya-no-es-posible. Pues es un hecho que al PSOE de las Juntas de Ofensiva Neocon Socialistas pocos más adeptos le quedan ya que: 1) los rico-socialistas de su intelligentsia perversa y los beneficiarios de sus nepóticas mamandurrias; 2) los incautos que aún abren la boca para sus cucharadas de mentiras y amedrentamientos (v.g.: “la derecha” va a suprimir las becas —Fernando Berlín dixit—, cuando el sistema público de becas en España, la Seguridad Social y tantos otros recursos sociales proceden del franquismo); y 3) la caterva de hooligans que lo secundan, abducidos y recalentados por un prosaico populismo estilo “to p’al pueblo”. El resto (“matrimonio gay”, “Memoria histórica”, “Alianza de Civilizaciones”, “discriminación positiva”, “Educación para la ciudadanía”, “compromiso con las pensiones”, “cheques bebé”, “pacifismo progresista”, “I+D+i” —excepto para el “GPS del clítoris” y la crematística ingeniería de la Cúpula de Barceló—, “Plan E”, “empleo juvenil”, “millones de puestos de trabajo”, “talante”, “otra forma de hacer política” y demás monsergas del catálogo propagandístico para incautos), el resto —digo— quizá le interese a algún Pedro Almodóvar residual o, también, a algún documentalista de los de la ceja descejada.

Propaganda y neoconsocialismo constituyen la misma insustancial sustancia. Por eso he dicho que el PSOE ha comenzado a hacer aguas. Pero como, en rigor, hace tiempo que lo vengo diciendo, a la fecha en que estamos, mi recomendación más humanitaria a su hueste y marinería no puede ni debe ser otra que la del ¡sálvese quien pueda! Que nadie me reclame ni venga después que no avisé con tiempo suficiente para la recogida de trebejos.
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24 de octubre de 2011

AUDIENCIA EN LA GASOLINERA, último thriller neoconsocialista.

-Por Roberto Malestar

Del Ministro de Fomento por todo el país murmuran las hablillas, unas más altisonantes, otras cabizbajas, la unísona sentencia de que Pepe Blanco lo tiene negro. Es un murmullo viscoso y transversal a cuya epigrafía ya sólo falta el contenido rítmico de una copla, como la de los tiempos de la República en torno a Lerroux y el escándalo del estraperlo; copla en cuartilla verde —recuerdo de mis abuelos— que, semiextraviada, conservo todavía en un caos abisal de libros y papeles del que, aunque sea con escafandra, procuraré rescatar.

Yo no sé si Pepe Blanco lo tiene negro, como en la hablillas del “Caso Campeón” se dice y se comenta. Pero sí sé, en cambio, que el porvenir de su vida pública constituye hoy un dilema de problemática interrogación: ¿negro sobre Blanco o Blanco sobre negro? Como también sé que, al margen del blanco, siempre fue el negro, con su gama de sectarios cromatismos, uno de los colores más obsesivos del rojerío hispano. Así el color negro-Durruti, el color negro-sotana e, incluso, el color negro-gótico (ZP black-family) que en USA puede lograr su intensidad máxima si se le acierta a combinar paradoxalmente con una pareja de negros de la Casa Blanca, hasta alcanzar el tono de la Alianza de Civilizaciones más perfecto y representativo del negro color de la crisis. Lo mismo que el color negro-Lerroux, para la sapiencia de los doctores y abogados del Frente Popular, el color característico del período centro-derechista de la Segunda República, “el bienio negro”, conocido así por obra y gracia de los cuelgarrótulos propagandísticos de aquella secta historiográfica. Claro que, si se mira bien, no tan negro como el cuajarón de sanguinolencias in crescendo que de antaño ennegrece la bandera —centenaria hasta las arcadas— del Partido Socialista Obrero Español; un partido cuyo devenir político describe el éxodo que, pasando por la socialdemocracia frustrada, arranca desde su propio Mar Rojo de acción directa y pistolerismos hasta alcanzar el presente y sórdido marasmo, quién sabe si ya irremisiblemente encallado y arrumbado para la eternidad política en la cianótica desembocadura del neoconsocialismo.

Ahora bien, si cierto es que por todo el país murmuran las hablillas, en honor a la verdad, hay que precisar que si así lo hacen es con la excepción de Pepunto, quizá por ser éste, más que un Pepunto y aparte, un Pepunto final, pues no menos cierto es que esta barbuda Raquel Meller del PSOE de las JONS, con la basculante prestidigitación de sus yuxtaposiciones manuales, hoy representa como nadie la suprema flor de loto del estanque nacional de las mentiras. No sólo, en efecto, no murmura Pepunto de Pepe Blanco sino que, prodigiosamente, ha convertido las murmuraciones en honra filial de los deshonrados padres del murmurado: «Tenéis un hijo honesto [José Blanco], que lo único que hace es trabajar por España y Galicia las 24 horas del día.» Es que Pepunto es la taumaturgia heróica y varonil, la alquimia a calva descubierta frente a los implantes insalubres de Salobre; la esperanza socialista de los calvos que no tienen un pelo de tonto y de los tontos reimplantados que los tienen todos. ¡Yo no soy tonto!: fue la única verdad no sucedánea que Pepunto liberó en su siniestra vida; en el Congreso de la Comedia, dónde si no: el gran circo de la mamandurria y de los codiciosos Pinitos del Oro. Sus restantes liberaciones fueron siempre faroles de tahúr; o como el insalubre calvo de Salobre —el pojtulante a la Guardia de Franco que preside aquel Congreso—, Pepe Bono, ha dicho: un engaño para perros. Perros que sin ser peperos también comienzan con “Pe”, igual que Pepe Blanco, Pepunto o el mismo dicente, Pepe Bono: «Os ha dicho Blanco que Alfredo [Pepunto] era liebre falsa, yo os digo que es liebre eléctrica. Es la liebre que engaña a los perros, que engaña a las otras liebres, finalmente para que corran.»
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5 de octubre de 2011

20-N: Defunción de Franco y el PSOE de las JONS.

-Por Roberto Malestar

VOX CLAMANTIS IN DESERTO
Que el Partido Socialista Obrero Español está en sus últimas exhalaciones es algo que vengo sosteniendo, nada literariamente por cierto, desde hace algún tiempo. Sin ir más lejos, aquí mismo, en Periodista Digital, publiqué mi «Homilía funeral sobre el socialismo español». Lo que pienso y sostengo es que o el Partido Socialista Obrero Español renueva verdaderamente su oxígeno o, más pronto que tarde, se autoextinguirá ahogado por la disnea social que padece como consecuencia de la actual congregación de señoritos neoconsocialistas que lo integra. Pero en un partido de Dumbos convertido en manada, donde todos en fatal totum revolutum aplauden mudos con las orejas sobre la pista circense de sus despropósitos, muy difícil veo yo, por no decir imposible, que descuelle la voz estentórea y ejemplar, en los momentos agónicos heroica, del socialista necesario que, estrellando su puño contra la mesa y cogiendo por las solapas al partido, le grite a la cara: ¡Basta ya! ¡Hasta aquí hemos llegado!

A ninguna hacienda humana le es permitido mantenerse sin circunstancia propicia, pero tampoco cuando la propia acción de mantenimiento consiste en el sistemático des-hacer de las des-faciendas. De aquí la importancia de advertir a cuantos rehuyen “la derecha” que, mientras la socialdemocracia española no se libere del féretro neoconsocialista del PSOE de las JONS, tendrán derecha para rato, sencillamente, por ser socialmente intolerable la coexistencia de dos derechas en un Estado occidental del siglo XXI. Dos derechas, en efecto: una semirenqueante; la otra, sobre la que ahora trato, la peor con creces, partitocráticamente abocada a su extinción.

¡ATENCIÓN AL DISCO ROJO!
Los síntomas del ahogo resultan tan evidentes que el actual Presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, frunciendo su especial cara de piedra bajo implante rococó, comienza a hacerle “ajcos” al porvenir público de ese partido, como la abuela de Saura con más de cien años, que es el suyo propio. Y bien se entiende, pues no creo que, ni genérico ni de marca, se encuentre en ninguna botica española el fármaco suficiente para la enfermísima enfermedad de tan centenario enfermo. Si acaso una purga, aunque no la taumatúrgica purga de Benito, porque Benito ni está ni se le espera. Claro que, siendo España tan heteróclita, siempre habrá extemporáneamente algún ingenuo rosaflor que, como los de la epicena Unión de Centro Democrático, todavía le espere sentado a la puerta de la casa del cadáver.

Mas al partido de los avisos subrepticios —experto en discos golpistas y teléfonos móviles pre electorales— esta vez le ha llegado la sazón de los extremas alarmas y los extremos cuidados: ¡Atención al disco rojo! Es lo que se leía, el 27 de octubre de 1934, en El Socialista, el periódico golpista del PSOE: «Las nubes van cargadas camino de octubre: repetimos lo que dijimos hace unos meses: ¡Atención al disco rojo! El mes próximo puede ser nuestro octubre. Nos aguardan días de prueba, jornadas duras. La responsabilidad del proletariado español y sus cabezas directoras es enorme. Tenemos nuestro ejército a la espera de ser movilizado. Y NUESTRA POLÍTICA INTERNACIONAL. Y NUESTROS PLANES DE SOCIALIZACIÓN.»
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